martes, 10 de diciembre de 2013

No se puede poner muros al agua

No se puede poner muros al agua







Hace años mi suegro hizo junto a su cortijo una explanada para construir un almacén y crear un terreno llano detrás de la casa. Pero tenía un problema, cuando llovía acumulaba mucha agua y al descender por el terraplén formaba profundas cárcavas que robaban la explanada y llenaban de barro la entrada. Para evitarlas, cada año llevaba a un peón y construía un muro de tierra encima del terraplén, pero cada año, el agua se embalsaba, se filtraba, encontraba el camino por debajo y abría de nuevo las zanjas.



Un otoño, visto el problema, cuando un lavajo ocupaba la explanada, cogí la azada y abrí un canal por detrás del muro de forma que el agua pudiera salir por los lados sin formar torrentera, desde aquel día el agua no destruye cada año la obra que tanto costaba.



Y es que, como dice el refrán, no se le puede poner muros al agua.



De forma similar hay personas con una mentalidad bastante cerrada, que creen en la autoridad, que a la hora de educar a los hijos piensa que la mejor forma es ponerles límites, construirles muros para contener sus ansias. Pero, claro, los hijos terminan por encontrar el hueco, encuentran la casa de la amiga donde ponerse la minifalda... en resumen, encuentran por donde escaparse de las trabas para continuar su camino. Puede que los padre sean felices, que confíen en la firmeza de sus muros, que crean que su hija esta estudiando con su recatado traje en casa de una amiga... pero bajo sus pies, entre la tierra, se abren canales por los que se escapa el agua. Puede que se descubran, que se pongan otros nuevos más altos, pero... los hijos terminan por encontrar su camino, por muy tortuoso y tormentoso que sea.



Yo creo que hay otra forma de hacerlo, la de abrir cauces, la de dejar que su vida fluya, que encuentre su camino, en otras palabras, que hagan su vida. Facilitarles el que con tranquilidad, sin prisas... vayan creciendo, madurando. Está claro que van a encontrar obstáculos, impedimentos que no les dejen avanzar, será la ocasión de tomar la azada y ayudarles a encontrar de nuevo su camino.



* * *



Mi experiencia en este aspecto ha sido un poco especial, seguro que los que me han conocido lo sabrán. Por razones particulares he sido un gran lago, durante años y años se acumuló el agua, contenida por el muro del aislamiento causado por la enfermedad. Justamente cuando más agua se acumula, cuando más grande es la pendiente, cuando el río es joven, existía un muro que le impedía salir. Cuando alcanzó la cumbre del muro, cuando la operación abrió una brecha en él, el agua contenida durante tanto tiempo salió arrollando cuanto encontraba a su paso. Era el Júcar saltando la presa de Tous.

No hay comentarios:

Publicar un comentario